La variedad de cremas y sopas frías que existen en la gastronomía andaluza es muy amplia. Es por esto que se suelen confundir platos como la mazamorra, la porra, el salmorejo o el gazpacho, aunque estas sopas frías son muy diferentes entre sí.
El salmorejo es uno de los platos estrella de la gastronomía cordobesa y aunque muchas personas los confunden, este plato típico tan delicioso se prepara de forma distinta al gazpacho. Ambos platos tienen el tomate como protagonista, sin embargo, existen diferencias entre estas dos cremas frías. Salmorejo y gazpacho, te damos las claves para que nos los confundas.
Diferentes texturas
El gazpacho se puede considerar una sopa fría, mientras que el salmorejo se trata de una emulsión. Salmorejo y gazpacho se preparan de distinta forma y muestran diferente textura. El gazpacho es más líquido y se puede tomar en vaso mientras que el salmorejo es más espeso y hay que comerlo con cuchara.
Ingredientes
Aunque los ingredientes de ambos platos pueden resultar similares, tomate, aceite, ajo, pan duro… las proporciones que se utilizan en ambos casos son distintas.
La clave de ambos platos es utilizar tomates de buena calidad y bien maduros, como el tomate rosa de Alcolea, una variedad de tomate muy sabrosa de la huerta cordobesa. En ambos casos se utilizan aceite de oliva (mejor si es virgen extra), ajo y pan duro, aunque en el salmorejo las cantidades son mayores que en el gazpacho. En el gazpacho se incorpora agua, lo que hace que tenga una textura más liquida y se pueda degustar como una bebida fría. En el salmorejo no se añade agua, salvo la del remojo del pan.
Otras de las diferencias entre el gazpacho y salmorejo es que en el gazpacho además del tomate se añaden otras hortalizas como pepino y pimiento que no se utilizan en la receta del salmorejo cordobés. También se puede añadir cebolla, pero esto depende de los gustos. El gazpacho también incorpora vinagre que es importante para aportar frescura y sabor al plato.
Presentación y guarniciones
El gazpacho andaluz tradicional se puede acompañar de unos picatostes o de un poco de tomate, pepino, cebolla y pimiento cortados en brunoise. El salmorejo cordobés se suele acompañar de huevo duro picadito y trocitos de jamón serrano.
Seguro que a la hora de pedir estos platos en un restaurante ya no tendréis problemas de diferenciar un gazpacho del salmorejo. En cualquiera de los casos son una opción fabulosa para tomar como primer plato o entrante.