Cuando el calor aprieta las comidas pesadas y calientes no apetecen igual que en invierno. Pero no podemos dejar de comer ciertos alimentos por el simple hecho de que no tengamos ganas de pasar calor comiéndonos ese plato de cocido madrileño. Es por eso, que desde aquí queremos darte pautas para que tengas una buena alimentación este verano y no solo te bases en gazpachos y frutas.
- Lo primero que debes saber es que con el calor debemos hidratarnos más a menudo, por eso, beber mucha agua es importante. Además puedes hacerte licuados de frutas y verduras que te refrescaran y te aportaran nutrientes esenciales.
- Las ensaladas son una muy buena opción para comer fresquito, pero no te quedes con la típica ensalada triste de lechuga, tomate y maíz ¡No! Atrévete y añádele garbanzos, gambas, aguacate, salmón ahumado, en fin, todo lo que se te ocurra y te aporte todos los nutrientes necesarios en tu comida.
- Apuesta por la fruta de temporada: sandía, melón, melocotones, ciruelas, nectarinas. Para picar entre horas, para la merienda o como postre serán tus aliadas este verano. Además te ayudarán a evitar toda esa bollería industrial que no es nada buena para la salud.
- La berenjena y el calabacín como verduras principales: Aunque tenemos que comer todo tipo de verduras, en verano, el calabacín y la berenjena aportan mucha agua y por tanto nos hidratan. Hay miles de formas de comerse estas dos verduras. En purés, en lasaña, a la plancha, en ensaladas ¡Como más te gusten!
- El pescado y el marisco son una gran fuente de proteínas, pero en verano sobre todo, las sardinas y los langostinos. Grandes complementos para ensaladas o para comerlos solos y aliñados con una salsa verde.
Así que ya sabes, en verano al igual que todo el año, mantén una dieta equilibrada y opta por recetas más hidratantes y refrescantes.