Junto con algunos otros platos absolutamente de esta ciudad, como pueden ser el Salmorejo o el Flamenquín, indudablemente decir Córdoba es decir Rabo de Toro.
Este exquisito plato de la cocina cordobesa tiene un curioso origen y unas curiosidades del pasado asociadas a su nombre que le han convertido en el gran protagonista de las cartas de los más afamados restaurantes de la ciudad, entre los que se encuentra, como no podía ser de otra manera, Restaurante Casa Antonio.
Origen del Rabo de Toro: cultura, leyenda, tradición y mejor sabor.
En la actualidad, este plato supone un delicioso manjar líder entre la oferta de los más afamados restaurantes y tabernas que pueden presumir de buena cocina.
Sin embargo, en sus inicios, y lejos del nivel culinario que hoy le acompaña, fue un plato propio de las familias con menos recursos, y que consiguieron agudizar ingenio e imaginación para sacar la máxima rentabilidad alimenticia a esta pieza que puede pertenecer bien a vaca o a toro.
Aun cuando desde la antigua Roma ya se usaba esta parte del animal para cocinar, es cierto que la receta de esa época no coincide ni responde a la actual.
Se dice que desde finales del Siglo XIX o principios del XX, es cuando esta forma de «estofar» su carne toma cuerpo para convertirse en el majar que hoy disfrutamos.
Sería en esa época cuando al parecer, y tras las corridas de toros o en los restos de despieces de terneras en los mataderos, la gente más desfavorecida esperaba la entrega desinteresada de determinadas piezas de casquería o trofeos de los toreros tras su faena para hacerse con algunos de estos ejemplares.
En Restaurante Casa Antonio hemos procurado ser exquisitos y respetuosos con la receta original del Rabo de Toro consiguiendo como resultado un plato jugoso y exquisito. Para ello utilizamos los mejores productos y lo cocinamos con la suficiente maestría para que nuestro Rabo de Toro se muestre tierno y sabroso pero a la vez consistente, gracias también a la gran experiencia de nuestra cocina tradicional.